"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

domingo, 14 de septiembre de 2014

¿QUÉ ES LA VERDAD? (6)

EL SER DE LA V E R D A D
¿Qué es la Verdad?
No pretendo ingresar en ese zigzagueante tobogán a la búsqueda del concepto de Verdad, siempre arropándose de nuevas valoraciones. Santo Tomás en su “De Veritate”, lo mismo que Cicerón en “El Hortensio”, más tarde Descartes, Hegel, Heidegger, Tarsky, Ernest Cassirer, don Sergio Rábade Romeo y tantos otros, aprovecharon su hermoso tiempo en esta tarea, inmensa tarea no sólo a la búsqueda de la Verdad, sino de su esencia. No sobre dónde se encuentra, sino qué es, en qué consiste y si alguna vez el hombre ha conquistado una verdad. Infinita tarea.
Intentaré bajar el nivel o rasero, para en pocas palabras, deshacer un entuerto que se observa con cierta frecuencia en las disputas de algunos políticos haraganes.
. . .
La Verdad ha sido, es y será siempre la manera de presentar con el “logos” (la palabra) las cosas como son. Antes de la Filosofía, el sentido de esta “presentación” de las cosas era fundamentalmente un sentido ético: la intención recaía sobre aquel a quien las cosas se presentaban, más que sobre las cosas mismas, como tales. No existía la noción de un valor autónomo del conocimiento, en cuanto puro conocimiento. El “para qué” del conocer, su finalidad, prevalecía sobre el “qué”, sobre el conocer en sí.
Lo “verdadero” (“tà alézeya”) era entonces y sobre todo lo “veraz”, y por consiguiente lo contrario de lo verdadero no era tanto lo “erróneo”, cuanto lo “engañoso”, lo falaz (“tà pséudea”). Es posible que una declaración sobre las cosas sea falsa respecto de éstas, y a la vez verdadera respecto del destinatario, o sea en cuanto a la intención intrínseca de verdad. Y al revés, que sea verdadera pero no sea veraz.
En la “Teogonía” de Hesíodo, las Musas declaran que saben decir muchas mentiras que expresan la realidad en su verdad (“pseúdea…etímoisin jomoîa”), pero que también saben, cuando quieren, proclamar las verdades (“alézeya”) que son mentiras.
Tomando como criterio la relación con las cosas, las mentiras pueden ser verdades. Pero, no sé por qué, casi siempre el criterio que prevalece es el de la relación con el otro: la verdad se cualifica por la voluntad de decirla, por esta forma de vinculación humana que llamamos sinceridad o veracidad.
A pesar del nacimiento de la ciencia, la Verdad no ha dejado de ser nunca un vínculo efectivo entre los hombres, y por lo tanto, un criterio de valoración moral que ha permanecido uniforme a pesar de todas las variaciones históricas. Lo que la Ciencia y la Filosofía representan originariamente no es el intento de suprimir el sentido ético de la verdad, ni de relegarlo, sino más bien de reafirmarlo: el criterio de las valoraciones morales sería demasiado simple e inseguro si quedase reducido a una aprobación de lo veraz y a una correspondiente desaprobación de lo falaz.
De ahí la lucha de los primeros pensadores contra las “opiniones comunes”, no porque fueran comunes, sino porque la comunidad debía fundarse en algo más firme que las opiniones: no bastaba que éstas fuesen “veraces”, tenían que ser “verdaderas”, que no es lo mismo. Un ejemplo: Hoy es viernes 24 de Agosto. Y yo sé, estoy cierto de que hoy es viernes 24 de Agosto. Primer caso: Si álguien me pregunta qué día es hoy, y le contesto "Viernes 24 de Agosto", entonces "soy veraz" porque se da adecuación entre lo que yo pienso y lo que expreso; y al mismo tiempo, es verdadero lo que digo, porque se da adecuación entre lo que expreso y la realidad fuera de mi mente. En este caso se da Veracidad y Verdad. Segundo caso: Pero, (sabiendo que hoy es Viernes 24 de Agosto) si alguien me pregunta qué día es, y yo (por lo que fuere, para engañarlo) le respondo que hoy es sábado 25 de Agosto, entonces es falso lo que digo y además miento (no soy veraz), porque no se da adecuación entre lo que pienso y lo que digo, ni tampoco entre lo que digo y la realidad. En este caso se dan Mentira y Falsedad. No se da adecuación entre mi mente y lo que formula o expresa, ni tampoco entre lo que formulo y la realidad objetivada fuera. Tercer caso: Hoy es Viernes 24 de Agosto, pero a mí me parece o yo creo que hoy es Sábado 25 de agosto, y alguien me pregunta qué día es hoy, y yo le respondo que es Sábado 25 de Agosto; entonces soy veraz (digo lo que pienso, se da adecuación entre mi mente y la realidad), pero lo que digo es falso, no es verdadero (porque no hay adecuación entre lo que digo y la realidad. En este tercer caso, no miento, soy veraz, pero lo que digo es falso. Luego se da Veracidad pero Falsedad. Cuarto caso: Otra posibilidad: hoy es viernes 24 de Agosto; yo pienso o creo que es Sábado 25 de Agosto y alguien me pregunta qué día es, y yo estando cierto de que es Sábado 25, para engañarlo le respondo que es Viernes 24 de Agosto, entonces miento, no soy veraz (no se da adecuación entre mi mente y lo que digo), pero lo que digo es la verdad, es verdadero. En este caso se dan Mentira y Verdad.
César R. Docampo
























http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2007/08/24/-que-es-verdad-6-/ 2007-08-24T18:54:27Z César latabernadelosmares@yahoo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario