"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

lunes, 15 de septiembre de 2014

CAMPILLOS (Málaga): La Transición. 2. LAS LÁPIDAS DE LOS CAÍDOS, ANTES Y DESPUÉS: ================================== 2. 1. El acuerdo: Copia del Acta del Pleno (27-06-1977): “En Campillos, a veintisiete de Junio de mil novecientos setenta y siete. En el Salón de Sesiones de estas Casas Consistoriales, bajo la Presidencia del Sr. Alcalde Don César Rodríguez Docampo, con la asistencia de los Srs. Concejales que al margen se expresan; presente el Sr. Secretario-Interventor; se reúne el Excmo. Ayuntamiento Pleno en sesión ordinaria de segunda convocatoria, la que es declarada abierta a las veinte horas del día de la fecha. El Punto E) del orden del día dice: “PROPUESTA DEL CONCEJAL D. FRANCISCO LOZANO ESCRIBANO: Por la Presidencia se concede la palabra al Concejal Sr. Lozano Escribano, pidiendo quede constancia en Acta de la satisfacción de la Corporación como consecuencia de haber recuperado el pueblo español su soberanía democrática: Que dado que hasta la fecha el único Diputado al Congreso en la persona de D. Benito Luna Anoria, era hijo de Campillos, por motivos históricos propone que su fotografía sea expuesta en el Salón de Sesiones: Que en gestiones llevadas personalmente por él a instancia de la Alcaldía, acerca de familiares de caídos en la Guerra de la Liberación y con el parecer unánime favorable de los mismos por la acertada propuesta; dado que desde el 15 del actual, en que el pueblo recobró su soberanía Nacional, al implantarse la democracia y para dar una prueba de verdadera reconciliación local, propone que el Monumento a los Caídos con los nombres de uno de los Frentes de la Guerra pasada, sean suprimidos y se fije una inscripción cuyo texto sea: CAMPILLOS, A TODOS SUS MUERTOS DE LA GUERRA DE 1936”, quedando por tanto un Monumento de todos los caídos por ambos bandos. La Corporación dada la finalidad perseguida con las propuestas del Concejal Sr. Lozano Escribano, acuerda aceptarlas en todos sus extremos. Estaban Presentes: El Sr. Alcalde Presidente, D. César R. Docampo Señores Concejales: D. Juan Garceso Gómez D. Domingo Carrión Valencia D. José Macías García D. Francisco Lozano Escribano D. Salvador Morillo Padilla D. Juan Segura Gallardo Faltan con excusa: D. Vicente Navas Mesa D. Francisco Caballero Mesa Falta sin excusa: D. Agustín Aragón Lozano ________________________ 2. 2. Pasos previos: El acuerdo plenario tiene fecha del lunes 27 de Junio de 1977. Las lápidas se cambiaron el día 15 de Agosto de 1977. Entre una y otra fecha hubo un tiempo y unas gestiones, entre ellas la visita al Gobernador Civil D. Enrique Riverola Pelayo. Le fui a ver al día siguiente, que era martes, con una copia del Acta en la mano. Don Enrique Riverola ya conocía el acuerdo tomado en Pleno el día anterior. Alguien, por conducto no oficial, había filtrado la información. El Gobernador me recibió con toda naturalidad. Muy tranquilo, muy atento, muy receptivo. Le entregué copia del Acta. La leyó y me dijo: -Vamos a ver, César; a esto mismo tienen que llegar todos los pueblos de España. El problema está en saber hacerlo a su tiempo y bien, porque no en todas partes pasó lo mismo. Me hizo ver que la argumentación del Sr. Lozano Escribano era razonable, iba en la línea correcta, pero todavía España no era un Estado democrático, hasta que no se aprobara una nueva Constitución. Y añadió: “Campillos vais muy avanzados”. Y mirándome fijamente, me preguntó: ¿Cuáles son los argumentos del Alcalde? Entonces, poco más o menos, le dije lo siguiente: -Vamos a ver, don Enrique: Mis argumentos se sustentan en vivencias. Yo no nací en Campillos. Llegué a Campillos a finales de 1964. El año anterior (1963) lo pasé en Mora de Toledo, escribiendo un guión de cine sobre la Guerra Civil. Tengo vivencias desde muchos lugares de España: Orense, Pontevedra, Palencia, Comillas, Salamanca, Madrid, Toledo, Sevilla y ahora Campillos. A mis vivencias personales le sumo las ajenas, en este caso las de todas las gentes que componen el pueblo de Campillos. Todas ellas juntas me invitan a reflexionar. Reflexionar para acertar a construir una forma de existencia apaciguada entre todos los que vivimos en el pueblo. El Gobernador me escuchaba con atención, con la cabeza ligeramente reclinada sobre el puño de su mano izquierda. Después de referirme a la Iglesia Católica que nos estaba alentando hacia una confraternización, argumentando que todos éramos hermanos, todos hijos de Dios, todos víctimas de un mismo odio, continué diciendo: -Mire usted, don Enrique; aquí no se trata de fruslerías, no estamos pesando capachos de carbón. Se trata de los muertos, mejor dicho de “nuestros muertos”. Mi Corporación y el pueblo de Campillos saben que el Gobierno de Suárez ha aplicado amnistía a muchos españoles que están vivos, en varios tiempos, con bastante generosidad. ¿Y los muertos de nuestra Guerra Civil? ¿Qué hacemos con ellos? ¿Por qué unos en un altar y los otros en el olvido? ¿Quiénes somos nosotros para entabicarlos: ¡tú aquí y tú fuera de aquí! En una palabra, don Enrique: ¿Dónde acaba el odio y empieza el perdón?, me pregunto. Lo que sí tengo muy claro es que, en casos como éste, un alcalde no puede bajar los párpados. Estábamos ante una decisión de bastante más calado que cuando las banderas. Don Enrique Riverola, después de haberme escuchado con atención, no me dijo ¡adelante!, pero tampoco me dijo que No. Me dio a entender que él no se oponía a que realizáramos aquello que, en conciencia, estaba bien hacerlo, además de dimanar de un acuerdo Municipal después de que el Sr. Lozano Escribano había conectado con los familiares. De manera que regresé de Málaga con la seguridad de que el Gobernador apoyaba y ratificaba lo que estábamos haciendo. 2. 3. Ejecución: Y, con todo el respeto que se merecían los mártires de uno y otro frente, he aquí lo que se cambió y cómo se hizo. ASÍ ESTABAN ANTES del 15 de Agosto de 1977: PRIMERA LÁPIDA: CAÍDOS POR DIOS Y POR LA PATRIA ¡PRESENTES! JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA. Ramón García Ruiz (Presbítero). Cecilio Sánchez Molina (Presbítero). Diego Campos Moreno. Francisco Hinojosa Lacárcel. Diego Moreno Casasola. Juan Casasola Lasarte. Pedro Casasola Lasarte. Juan Campos Giles. Juan Gallegos Cuéllar. Rafael Núñez Núñez. José Sanchez Molina. Francisco Avilés Casasola. Manuel Mesa Rodríguez. Juan Ramón Alés Palop. Alfonso Alés Palop. Benito Avilés Casasola. Pedro Campos Pérez. Antonio Campos Pérez. Vicente Campos Giles. Carmen Casasola Lasarte. María Casasola Lasarte. Pedro Cañamero Vargas. Félix Enríquez Molina. Juan Gallardo Rueda. Juan García García. José Jordán Villavicencio. Antonio Mesa Rebollo. María Morgado Morillo. Alfonso Padilla Pérez. Pedro Padilla Ruiz. Francisco Padilla Santacruz. Cosme Padilla Santacruz. SEGUNDA LÁPIDA: Francisco Sanmartín Moreno. Salvador Hinojosa Carvajal. José Mª. Hinojosa Lasarte. José Casasola Casasola. Antonio Casasola Casasola. Alfonso Casasola Casasola. Diego Núñez Núñez. Francisco Espinal Bermudo. Juan Gallardo Escribano. Pedro Gómez Fontalva. Francisco Gómez Fontalva. Juan Salguero Morales. Andrés Guerrero Martín. Manuel Fuentes Escobar. Miguel Manzano Jiménez. Francisco Espinosa Morales. Diego Moreno Layna. Eduardo Martín Torres. Antonio Gallegos Rebollo. Pedro Linero Berdún. Pedro Delgado Palacios. Jerónimo Mora Morgado. Fernando Rueda Pérez. Leonardo Ferreiro Romero. Juan Salguero Infantes. José Peral Molina. Benito Avilés Romero. Francisco Mora Anoria. Ildefonso Campos Gallegos. Cayetano Espinosa Chinchurreta. Pedro Bermudo Delgado. Blas Florido Olmo. Juan Muñoz Carballo. Antonio Royán García. Y ASÍ QUEDARON DESPUÉS: Primera: CAMPILLOS A TODOS SUS MUERTOS EN LA GUERRA DE 1936-39” 15 Agosto 1977. Segunda lápida: “No hay extensión más grande que mi herida. / Lloro mi desventura y sus conjuntos. / Y siento más tu muerte que mi vida”. (M. Hernández). “Por que evitó tu mano unirse con mi mano. / Y por que en nuestros labios no cuajaron panales.../ Cuando en mi cuerpo ardían los muros de mi cárcel, y ahora mi cuerpo es fuente por los cuatro costados, de donde brota el agua y manan libertades”. (José Mª. Hinojosa). 2. 4. Explicaciones: El texto que ahora aparece en la Primera Lápida es el que aprobó el Pleno Municipal, a instancias del entonces Concejal D. Francisco Lozano Escribano. En cuanto a los versos de Miguel Hernández y José Mª. Hinojosa que pueden leerse en la Segunda Lápida, ésta es la historia: Cuando se decidió el cambio de las lápidas, me puse en contacto con la fábrica de extracción y tratamiento del mármol en Gilena, ese bonito pueblo más allá de Pedrera y al Sur de Estepa. Vinieron a tomar las medidas y quedamos en que yo les llevaría los textos que se iban a tallar. Aquel mismo día por la tarde nos vimos Paco Caballero Mesa, su hermano Andrés y yo para escoger los versos. Estaba claro que teniendo Campillos un poeta de fama internacional, asesinado además en esa guerra, era obligado que sus versos estuvieran allí: “Por que evitó tu mano unirse con mi mano. Y por que en nuestros labios no cuajaron panales… Cuando en mi cuerpo ardían los muros de mi cárcel, y ahora mi cuerpo es fuente por los cuatro costados, De donde brota el agua y manan libertades”. ( José Mª. Hinojosa) También Miguel Hernández había sido un mártir de la Guerra Civil Española. Por haberlo sido, pero más por la fuerza de su verso, optamos por él, seleccionando estos tres cortos versos: “No hay extensión más grande que mi herida. Lloro mi desventura y sus conjuntos. Y siento más tu muerte que mi vida” (Miguel Hernández) Recuerdo que, no hace mucho, TVE nos ofreció la vida y la muerte de Miguel Hernández donde, como síntesis final de su vida y su verso, los guionistas habían coincidido con nosotros, subsumiendo su biografía en esos tres mismos versos. Esta elección, repito, se llevó a cabo por Andrés Caballero Mesa, Francisco Caballero Mesa y yo, una tarde, en la acera de la Calle San Sebastián, estando los tres de pie frente a la fachada de la iglesia parroquial. Andrés Caballero Mesa tenía en sus manos uno o dos libros de poemas, uno de los cuales creo recordar de la “Editorial Losada” o “Emecé” (Buenos Aires). ¿Es así, Andrés? Corrígeme si no estoy en lo cierto. Han pasado casi 30 años y tú, recuerdo, eras quien llevaba la voz cantante. No recuerdo bien si estábamos nosotros tres o también estaba con nosotros José Palacios Royán. El caso es que la elección de esas dos estrofas (pienso yo que afortunada) se os debe a vosotros. Yo me limité a apuntar la letra de los versos y, al día siguiente, correr a Gilena, para que todo estuviera listo el día 15 de Agosto de 1977, justo cuarenta y un años después de una de las “matanzas” más inhumanas acontecida en Campillos. Ese mismo día 15 de Agosto de 1977, D. Federico Manzano Sancho, que había sido Alcalde de Campillos (desde el 1-IV-1939 hasta el 24-I-1940, sustituyendo a D. Eulogio Monteagudo Garrido, cesante por enfermedad), escribía su juicio y valoración sobre lo que nosotros habíamos llevado a cabo. Él era quien había dirigido la construcción del altar a los caídos y había colocado las lápidas con los nombres que en ellas figuraban. Pues bien; don Federico Manzano Sancho, que por entonces vivía en Antequera, enterado del canje o variación que el Ayuntamiento de Campillos había efectuado en su obra, esa misma noche escribió en su Diario Personal (Editado con el título de “Nuestro Tiempo” ), lo que sigue: 1977.- 15 de Agosto: El Ayuntamiento de Campillos cambia las lápidas que yo puse en la Cruz de los Caídos con los nombres de los muertos, en el Parque de la Plaza del Cardenal Spínola, por otras dos blancas en las que se dice: “Campillos a todos los muertos en la Guerra 1936 a 1.939”, y en la otra, una poesía de Miguel Hernández, Pastor poeta de Orihuela, y otra del hijo de Campillos José Mª. Hinojosa Lasarte. Apruebo y me agrada este acuerdo, así como el día en que lo realizan, que contribuye a la paz y concordia entre todos. ============================================= NOTA BENE: Pienso que la actuación llevada a cabo por el Ayuntamiento y la Corporación de Campillos no pretendía otra cosa que OBJETIVAR sobre las nuevas lápidas lo que estaba en el ánimo de todo un pueblo, lo que por justicia se le debía a los muertos y a los familiares de los muertos del otro bando (que, por desgracia, habían sido muchos más que los que figuraban en las lápidas), y que a Campillos le cabe el honor de haber sido el primer pueblo de España en acordar y asumir esa reconciliación. Porque… “todos nacimos en un pueblo que supo perdonar y seguir adelante” ====== http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2009/02/06/campillos-malaga-transicion-/ 2009-02-06T18:14:55Z César latabernadelosmares@yahoo.es

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