Cuando morimos, nuestra ALMA (es decir, nuestra ENERGÍA), abandonando un cuerpo inerte (que no vale más de uno o dos euros), se nos va a vivir otros sistemas de Vida. En otros lugares. Y, así, viajando por todo el espacio cósmico eternamente.
Muy en síntesis, éste es el mensaje de las tres religiones reveladas: Judaísmo, Cristianismo e Islam.
Entre el Domingo de Ramos y el Sábado-Domingo de Resurreción, Jerusalem fue el escenario de los últimos días de Jesucristo en esta tierra. Es muy difícil descubrir bajo el actual Jerusalén, la ciudad de Jesucristo. Porque el comercio, con todo su ajetreo junto a los Santos Lugares toma, no pocas veces, formas repulsivas.
Tan sólo en el jardín de Getsemaní, al pie del monte de los Olivos, hay tanta paz como hace dos mil años, cuando Jesucristo estuvo allí con sus discípulos. Hoy ese jardín pertenece a los padres Franciscanos, desde que un papa confiara a esta orden la vigilancia de los Santos Lugares.
Sirvan estas mis torpes palabras, como introito a la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús Hijo de Dios Padre.
La Vida desconocida de Jesús: ... ... ...
César R. Docampo
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