"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

domingo, 14 de septiembre de 2014

LA EUTANASIA DEL PROFESORADO (36-A) LA EUTANASIA DEL PROFESORADO (En cuatro partes) PRIMERA PARTE: De aquí a pocos años, el maestro tradicional habrá desaparecido. Tal vez pueda ser visitado en el museo, él y su escuela. Morirá como murieron el barbero de antaño, el cochero y el labrador con sus bueyes aradores. Ya no se verán esas muchedumbres infantiles acuarteladas, mal comidas y con ansias de que el timbre, o la sirena, anuncien su liberación. Ya no se verán condenados a quedarse quietos y callados durante horas, mientras el profesor perifonea una clase que no les interesa. Sus nuevos maestros serán implementos electrónicos, máquinas que exponen el programa, pequeños computadores asesores, repetidores y evaluadores. Los recursos audiovisuales ya no estarán al servicio de la distracción y diversión, sino que funcionarán como "variables intervinientes positivas". Y lo más importante es que ha de ser el propio estudiante quien opere activamente su aprendizaje; él será quien se informe, se controle y evalúe. El verbo "enseñar" será borrado del léxico pedagógico; en cambio, el término "aprender" ganará todo su peso. Se habrá comprendido, por fin, que "enseñar" no es nada, que lo importante es "aprender". Por supuesto, el mes de junio dejará de ser la época de las comedidas y pequeñas tragedias examinatorias. Nadie recordará las piraterías infantiles, las "chuletas" y el arte de copiar. Tampoco los raspazones de aquellos profesores mal intencionados o vengativos. El estudiante, al aconsejárselo su orientador electrónico, presentará, en cualquier día, el examen de las materias que desea aprobar. El examinador oficial ha de ser, desde luego, su majestad el computador. Y su veredicto será absolutamente confiable, aceptado sin protestas posibles, porque implicará justicia e infalibilidad casi divinas. Desde mi patria chica, mi inolvidable TABERNA DE LOS MARES, a todos un atento saludo de César R. Docampo. ====================================== Mañana continuará: Segunda parte: "El Fundamento de la futura pedagogía". http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2007/11/03/la-eutanasia-del-profesorado-36-a-/ 2007-11-03T17:19:17Z César latabernadelosmares@yahoo.es

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