"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

martes, 16 de septiembre de 2014

LA BELLEZA Y SUS ANTINOMIAS...

LA BELLEZA Y SUS ANTINOMIAS...
...EN UN MUNDO QUE SÓLO PREMIA ADEFESIOS Y "ZEUS" DE BARRO. ============================================ La palabra bello no tiene sentido para el psicologismo, si la referimos al objeto como atributo de éste, prescindiendo del contemplador que proyecta sobre él sus criterios valorativos y sobre todo su afectividad. La BELLEZA es un valor objetivo inviolable. Siempre que por belleza entendamos formas sensibles poetizadas o recreadas por un autor humano. Para una Filosofía tradicional nuestra vida estética descansa siempre, con independencia de nuestro agrado, en algo externo que objetivamente es bello o feo. Ésta es la posición estética, dentro de la Filosofía clásica, llamada “objetivista”. A algo llamamos bello porque lo es. Por ejemplo, un paisaje hermoso, un cuerpo apolíneo. El fundamento parece más claro en los casos de belleza moral. Por ejemplo, el heroísmo, la santidad, etc. Afirma Kant que lo bello se nos presenta y ofrece como objeto de una satisfación universal, igual para todos los hombres, como una cualidad del objeto. Lo agradable se fundamenta siempre en un sentimiento privado, para el cual vale la sentencia de que “cada uno tiene sus propios gustos”. Ahora bien… Esto supuesto: 1º. ¿Cuál es el fundamento de nuestro agrado contemplativo ante unas ruinas, ante una reliquia histórica o familiar, ante un recuerdo de nuestra niñez? ¿Por qué, cuando estamos tristes, gozamos más y mejor (intelectual y afectivamente) de la contemplación de un jardín invernal y abandonado? 2º. El problema pasa al arte: ¿Cuál es el fundamento estético de lo feo como tema frecuentemente más valioso que el de lo bello? El arte romántico y el barroco se complacieron en la desgracia y en la deformidad, respectivamente. 3º. Aun en el arte clásico, ¿por qué la tragedia -como decía Aristóteles- exige que a la nobleza o dignidad del héroe vaya unida la desgracia y, si el héroe triunfa, queda defraudado el interés teatral? 4º. Más árdua resulta la justificación de lo cómico desde los cánones de la belleza. -Los héroes trágicos tienen en sí una grandeza de la que carece el cómico. -Al reírnos de una situación cómica no nos compadecemos -como cuando lloramos-, sino que en el fondo nos burlamos de ella. -Las desgracias del héroe sólo nos divierten cuando las contemplamos en el mundo de la ficción escénica. En la realidad nos repugnarían. Pero las situaciones cómicas nos divierten tanto o más en la vida real. -Lo cursi no es más que un fracaso en nuestros intentos de elegancia. -La risa es un misterio estético y moral del alma humana. La risa perversa es la expresión escénica más fiel de la maldad. Sobre este tema, resultan muy interesantes los ensayos de Baudelaire, de S. Freud y Bergson. Y, aun así, la espaciosa región del alma iluminada por la risa sigue casi inexplorada, porque el esquema aristotélico-tomista cuando estudia las pasiones humanas, se ciñe tan sólo a la zona seria de la vida humana. 5º. Nuestra delectación en lo feo, lo vulgar, lo trágico, lo perverso, etc. (en las obras de arte) son un obstáculo para establecer una fácil relación de dependencia entre el agrado de la contemplación y la belleza del objeto. Y al revés… 6º. Valores humanos tan altos como la piedad religiosa, la fidelidad conyugal, las virtudes domésticas…, son tan insufribles en la escena teatral, como los crepúsculos en la pintura. Decía nuestro Menéndez Pelayo que los santos son personajes de poco valor teatral. Hoy en día hemos andado mucho camino en esa aversión a la belleza como fuente de agrado. Tanto la belleza del contenido temático como la belleza moral están pavorosamente ausentes del arte moderno, no digamos en los programas TV, Telecinco y demás. Lo cual delata (entre el espanto y la indignación) la crisis de todo un sistema, una sociedad sin grandes objetivos y sin líderes incuestionables. CONCLUSIÓN: Las antinomias esbozadas parecen insolubles desde la noción objetiva de belleza. La dificultad radica -pienso yo- en ese concepto angosto e infrafilosófico de la objetividad respecto a la Estética. César R. Docampo
http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2010/02/25/la-belleza-y-sus-antinomias-/ 2010-02-25T02:37:11Z
César latabernadelosmares@yahoo.es

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