"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

lunes, 15 de septiembre de 2014

¡FELIZ NAVIDAD!
Responder citando
A todos los prosistas y lectores de estos rozagantes Blogs, FELIZ NAVIDAD. ================================ Y porque no os puedo dar la mano ni acariciar vuestra mirada ni sentir el aliento de vuestra presencia, os ofrezco la lectura de una página de mi novela "LOS VALLES DEL AMANECER". Dice así: El canto de los zorzales anunciaba el nacimiento de un nuevo día. Sonaron las ocho campanadas en el reloj de la iglesia y el hábito de sor Amalia se me hizo presente por última vez, abriendo la puerta y diciendo: "¡Ave María Purísima! ¡Sin pecado concebida!". El tono zumbón de las avemarías consagraba mi último despertar. Al otro lado de los cristales caía la nieve con lentitud, embalumando las ramas de los árboles, los bancales del jardín, los tejados, los campos y todas las tierras de santa memoria. Quería la nieve acercarse a mí. Me saludaba en forma de borujo blanco antes de licuarse. Ya entraban los enfermeros repartiendo las tazas para el desayuno. La que dejaron en mi mesa era una albornía de barro rojo descascarillada en los bordes. No se estuvo quieta. Tableteó hasta sentar su posición. Ese tecleo ondulante hizo que sor Amalia se fijase en mi cama, y vino tan rauda como un bandido en la oscuridad, diciendo: "¡Aquí no!". Y yo me conformé admitiendo que al quirófano hubiera que ir con las tripas vacías. Así daba comienzo aquel día de Nochebuena. Continuaba nevando y todos presagiaban una noche peculiarmente agradable. Confiaban en una buena cena con mazapanes y turrón. Las monjas vendrían a cantarles algún villancico. Sólo mi madre y yo nos encontrábamos lejos de Auria y de los nuestros. Lejos de nuestra casa donde era costumbre instalar un belén: iba yo al monte en busca de musgo, ramas y arena blanca. Con todo esto más las figuritas de barro construía el Portal. Todos los años, mientras yo remataba el Belén, mi madre y Rosiña preparaban la cena: cabrito al horno, empanada de zorza, arroz con leche y filloas, además de nueces, avellanas, turrón, uvas de cuelga y almendrados de Allariz. Después bajábamos a la catedral para la misa de gallo. Todo eso ya pasó. Y me percaté de que seguía nevando cada vez con más fuerza. Era cellisca; un vendaval de viento y nieve dispuestos a cubrir de blanco los tejados de Madrid. Y dejé volar la imaginacion...: Estoy viendo encapuchados peatones a paso más ligero; audaces niños (en algún jardín) fabricando bolas blancas, crujiéndolas con las manos y persiguiéndose con irregulares disparos y gritos de alegría. Estoy seguro de que habrá carreteras cerradas al tráfico, máquinas quitanieve, lentitud en las autopistas; pastores encenciendo fogatas con los rebaños a buen recaudo y caminos que van perdiendo su perfil. Veo carteros atiborrados de Christmas llamando a los timbres de las casas (¡que hay aguinaldo!) porque es Nochebuena. Y colas de clientes dentro de los bancos retirando esa duple paga. Recaderos llevando grandes cestas con cintas, y manos asalariadas limpiando la mejor vajilla. Y manos artesanas por la geografía patria compaginando los ingredientes para que aquella cosa sepa a tartaletas de almendra con azúcar, a macarrones de Azcoitia, a rellenos de Vergara, ignacios de Azpeitia, coronillas de Pamplona, a yemas de San Leandro, apiñonados de Tafalla y Estella, a soplillos o pestiños de las Alpujarras, a brazo gitano, a queso canónico, a pavo con puré de castañas..., porque es Nochebuena. En Andalucía, el canto de campanilleros porque es Nochebuena. Y en todos los labios: "¡Feliz Navidad!". ========================== Es lo que a todos mis lectores deseo deciros en esta tarde del día 24 de Diciembre de 2008: ¡FELIZ NAVIDAD! César R. Docampo

http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2008/12/24/-feliz-navidad-/
2008-12-24T16:17:18Z
César latabernadelosmares@yahoo.es

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