"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

lunes, 15 de septiembre de 2014

¡DESAGRADECIMIENTO!


¡DESAGRADECIMIENTO!
Todo el mundo sabe que la Guerra Civil fue una guerra llevada a cabo por el ejército de Franco (con la ayuda de Hitler) contra EL COMUNISMO ayudado (sui géneris) por Stalin. Y se dice que nuestra guerra (1936-1939) ha sido la más cruel de todas las guerras civiles en toda la historia de Europa. El 23 de Noviembre de 1975, en el Valle de los Caídos, una pesada losa cerraba la tumba de Francisco Franco. España pasaba página e iniciaba una nueva andadura. Pero bastaba con examinar los planteamientos del PCE y del PSOE en aquella época, y repasar la ideología oficial de la que hacían gala (y ver que se manifestaban como marxistas, republicanos y paladines de la autodeterminación de los pueblos de España), para comprender que el ejército se temía un desbordamiento que condujera a la desintegración de la nación española. Así pues, cuando Torcuato Fernández-Miranda, recelando de la ruptura, configuró la Reforma, en su mente no figuraba el reconocimiento del Partido Comunista. Adolfo Suárez surgió de un acuerdo a medias entre Su Majestad el Rey y Torcuato Fernández- Miranda, pues necesitaban una persona “idónea” para llevar a cabo la Reforma. Suárez, encantado, se mostró sumiso y obediente frente a sus mentores, hasta que el éxito obtenido en el Referendum para la aprobación de la Ley para la Reforma Política, le hizo creer con razón o sin ella que estaba capacitado para “volar solo”, y, en consecuencia comenzó a prescindir del consejo de Fernández-Miranda. Desengañado por las actuaciones de Adolfo Suárez, Fernández Miranda pensó que hallaría en otras partes un apoyo que no encontró frente al discípulo que en esos momentos desbordaba los límites del guión que se le había escrito (entre ellos, la legalización del Partido Comunista de España, a la que Fernández Miranda no era propicio). Fernández-Mirando pensó que en las elecciones del 15 de Junio (1977), UCD y Alianza Popular, sumadas ambas fuerzas, alcanzarían la mayoría absoluta, pero que la enemistad política entre Suárez y Fraga imposibilitaría cualquier acuerdo para constituir un gobierno de coalición, en cuyo caso él se presentaría, enviado por los dioses, para resolver la cuadratura del círculo: un gobierno presidido por él, en el que le ofrecería a Fraga lo que le pidiese, desde una vicepresidencia al Ministerio de Asunntos Exteriores, de Gobernación, etc., y en el que a Adolfo Suárez, según los escaños obtenidos por UCD, tendría la generosidad de otorgarle el Ministerio de Comercio o el de Marina. Eso era lo que se imaginaba don Torcuato. Pero las cosas acontecieron de otra manera. El triunfo relativo de UCD le permitió a Suárez gobernar desde 1977 a 1979, y después desde 1979 hasta 1982 al tándem Suárez- Calvo Sotelo, lo cual desmontó todas las expectativas de Fernández Miranda. Don Torcuato había sido nombrado senador real el 15 de Junio de 1977. Se integró como independiente en el grupo de senadores de UCD, pero cuando, con malos modos, le prohibieron hablar (“que se calle o que se marche”, susurraban los mismos de la UCD), se integró en el Grupo Mixto. Su Majestad el Rey le agradeció los servicios prestados (al cesar en la Presidencia de las Cortes y del Consejo del Reino) concediéndole el ducado de su nombre y el Toisón de Oro. Y al final don Torcuato Fernández-Miranda se murió con la amargura de haber pasado, de serlo prácticamente todo en la Transición, a no ser nada. … … … "La culpa de todo la tiene Yoko Ono", se cantaba a ritmo rap metal en los años 90. César R. Docampo
http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2009/11/17/-desagradecimiento-/ 2009-11-17T16:17:16Z
César latabernadelosmares@yahoo.es

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