"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

domingo, 14 de septiembre de 2014

ENTRE JÓVENES Y ADULTOS, ¿ESTÁN ROTOS LOS PUENTES? (24) Estoy de acuerdo con casi todos los análisis, valientes, claros y sin ambages que se hacen con referencia a nuestra juventud. No es lícito hablar de "los jóvenes" así, mirándolos por encima del hombro. Se trata de "nuestros jóvenes", pues son nuestros hijos o (con un poco de suerte) nuestros nietos. Hemos de estar a su lado, con ellos, para ayudarlos en lo que haga falta, sabiendo que de aquí a muy pocos años ellos han de ser los amos, los rectores de esta sociedad. Es una pena que los medios de información sólo transmitan lo negativo. Lo noble, la honradez y las magníficas cualidades de nuestra juventud no son noticia. Si tuviera tiempo, me gustaría desarrollar más despacio los valores y potencialidades de nuestra juventud que yo tengo visto, observado y constatado en mis años de docente. Por el momento voy a sintetizarlo en tres palabras: La raza mejora. Dicho esto, permítanme pensar en alto sobre algunas cuestiones referentes a la comunicación actual Sí/No entre las dos o tres generaciones. ¿Hay puentes tendidos, o están rotos? En otras palabras: ¿Existe una sincera y fruitiva comunicación entre padres e hijos, entre nietos y abuelos? O no: el niño a la guardería y el abuelo al asilo. ¿Es cierto la existencia de un abismo que divide a una generación de otra? ¿Esa distancia es insalvable o tiene remedio? ¿Es más fácil que los padres comprendan a los hijos -porque antes de madurar fueron jóvenes- y no que los hijos a los padres, porque nunca vivieron ningún tipo de situaciones muchas de las cuales agobian a los adultos? Esas innovaciones, esa transformación natural que sufren las diversas épocas no ha sido todavía experimentada por los jóvenes. Luego si la juventud es el futuro y los adultos son el presente, sin pasado y sin presente es imposible edificar el porvenir, porque toda construcción se sustenta en sus cimientos. ¿Ustedes no creen que es injusta la actitud de algunos jóvenes frente a los adultos cuando les califican de "viejos fósiles"? En todas las latitudes siempre los jóvenes se han rebelado contra las normas establecidas, contra las instituciones tradicionales, contra lo que llaman el sistema, el "stablishment". Los jóvenes afirman que todo está en crisis, y acaso no les falte razón en esta acusación general, si se incluyen en ella a ellos mismos. Siempre he observado que los jóvenes persiguen un ideal de justicia, una utopía de belleza, pero ¿están seguros de que luchan por un ideal digno y razonable? El esfuerzo y el sacrificio que tienen que realizar los jóvenes, para prepararse como es debido frente a las exigencias del futuro, ha de ser extraordinaria. Están ante un reto que se avecina, que reclama una dedicación absorbente y una fortaleza sin límites. Ya nos hemos subido al tobogán de la revolución tecnológica, la que promete a los hombres exigencias diferentes, pero que no será nunca una vida fácil, blanda y muelle. Será distinta, no más placentera. Los jóvenes vais a tener que luchar denodadamente para conquistar, con vuestro propio esfuerzo, el puesto que os corresponderá desempeñar en el complejo mundo del futuro. Que no os llaméis a engaño. Para obtener una mayor participación en la organización social, política, técnica y económica de la sociedad, es preciso prepararse de un modo exigente. Lo mismo que duros años de lucha, de estudio y de esfuerzo permanente, les costó a los adultos para lograr la situación que ahora defienden con legítimo derecho. A todos, un saludo cordial. César R. Docampo http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2007/09/25/entre-jovenes-y-adultos-estan-rotos-puentes-24-/ 2007-09-25T16:24:53Z

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