"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

martes, 23 de septiembre de 2014

TANGO FLAMENCO. MEMORIA LEJANA.


TANGO FLAMENCO. MEMORIA LEJANA. "NUESTRO NACIMIENTO SÓLO ES UN SUEÑO Y UN OLVIDO. El alma que surge con nosotros (nuestra estrella vital) ha tenido su origen en otra parte. Viene de lejos. No en completo olvido. No en total desnudez. Arrastrando nubes de gloria, venimos de Dios que es nuestra morada". (William Wordsworth, 1770-1850). __________________________________
Después de bailar este TANGO FLAMENCO, transido de empuje, astucia y de coraje, la Diva “OrapMa”, recobrando valor, se puso a escribir:
Desde mi universo quedo y quieto.
Te quiero, Adonis. Pero no estás ni aquí ni allí. Me duele tu lejanía y tu ausencia hoy más que ayer. Y no sé por qué. El tiempo envuelve las fisuras de mi corazón y de mi alma mientras mi cuerpo se estremece con tu recuerdo y con tu olvido de la misma manera. Un sol tímido envuelve la dulce figura del Partenón.
Te necesito conmigo. Sé que no puede ser pero yo ya no mando en mi ser profundo.
Nunca entenderás mis sentimientos hacia ti. Lo sé y, a veces, la rabia de saberlo me deja sin aliento vital. No importa. Yo he aprendido a lo largo de la vida a callar, a sentir bajito el desamor del "otro", a esperar, a ocultarme tras las ventanas de mi casa para llorar a solas y abrazarme a mi tristeza querida. Así construí mi cabaña donde la miel y el espliego la rodearon blandamente hasta que tú llegaste para beber conmigo el néctar sagrado de los dioses.
Aquella alquería solitaria…, de la que tú me hablaste por primera vez en tus cartas deliciosas de antaño, ha abrazado mi pena para siempre jamás.
Jugué a olvidarte, pero no sabía. Jugué a amarte y tampoco pude. Jugué a enamorarte y te fuiste cabalgando sobre el olvido y la pena.
Amigo queridísimo, aún estás a tiempo para escoger el resto de tu vida lo mejor.
Sálvate tú ya que yo no puedo. OrapMa. ====================================== G. Verdi. II Trovatore. Coro de Gitanos.
César R. Docampo















http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2013/01/08/tango-flamenco-memoria-lejana-/ 2013-01-08T21:15:34Z César latabernadelosmares@yahoo.es

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