"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

martes, 23 de septiembre de 2014

A RAIN OF TEARS. VIVALDI.


A RAIN OF TEARS. VIVALDI. Por las tardes, la playa estaba llena de sol color naranja. Había nubes blancas y un olor a tortilla de patata. Había cangrejos que se escondían entre las peñas y los niños jugábamos a enterrar las botellas de sidra entre la arena húmeda para que no se calentasen. Todos decían: "Qué tarde más hermosa". Lo mejor de todo era el baño por la tarde, cuando el sol bajaba y era grande, cada vez más encarnado. El mar estaba primero verde, luego verde más oscuro, y luego azul, añil, después casi negro. Daba gusto bucear y pellizcar a las mujeres en las piernas para que gritasen. ¡Qué tiempos aquellos! A lo mejor es ahora cuando Hernán Cortés está entrando en México, o Moisés le está pidiendo a Dios que se abra el Mar Rojo, o cuando en España (a pesar de tantas penurias) sólo se habla de fútbol. Abre la puerta, nena, que vengo frío que vengo helado, soy capitán de un barco que se ha perdido, que se ha extraviado. FELIZ AÑO DE 2013 Piano a cuatro manos. La luz del faro se acercaba y se acercaba y entraba como lamiendo la pared donde estaba mi cama, y las sábanas, y el techo, y el suelo, y mi cara. Y todo se llenaba de rayas brillantes. Y una vez, de pronto, en medio, pero muy alto, en medio de una cúpula muy grande y azulada y toda la música sonando con mucha tristeza... Pero nunca podré explicarlo bien..., Sí, y Helena detrás, llamándome, desnuda, toda llorosa, desde un prado muy oscuro y triste. Y así, y así, y así siempre, con Helena hablándome, quedo..., por este país raro y alto, azul y lleno de rayas brillantes, y de repente que todo se hunde... y todos tenemos que recoger las rayas brillantes que casi nos ciegan, más allá del viento corriendo con los ojos cuajados de lágrimas...( "UNA NOCHE: Helena o el mar del verano", de Julián Ayesta, diplomático -1919-1969-) César R. Docampo http://lacomunidad.elpais.com/latabernadelosmares/2013/01/03/a-rain-of-tears-vivaldi-/ 2013-01-03T20:01:13Z César latabernadelosmares@yahoo.es

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