"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

viernes, 24 de marzo de 2017

GALICIA. EN "A COSTA DA MORTE", DISPOIS DE "CORCUBIÓN", VIENE LA VILLA DE "CÉE".

GALICIA. EN "A COSTA DA MORTE", DISPOIS DE "CORCUBIÓN", VIENE LA VILLA DE "CÉE".

CÉE es un topónimo de origen céltico que significa "Tierra". Desde la Edad Media y hasta hace un siglo, la vida en CÉE estuvo marcada por la gran actividad ballenaria. Este villorrio padeció el saqueo de los franceses y algunos de sus monumentos desaparecieron para siempre. Pero hoy en día tanto turística como administractivamente CÉE es un pueblo importante. Destaca su fábrica de carburos, su cementerio que mira al mar; Alameda, pintoresco mercado en la calle Rosalía de Castro y su playa de La Concha, a los pies del pueblo. Para comer, cachelos y percebes, lenguado, salmonete, lubina, buey o camarón adornan las mesas de La Marina o las de Marisquería A Lobeira.
En cuanto a monumentos, destacan: Nuestra Señora de A Xunqueira, a unos pasos de la plaza de La Constitución. "Nuestra Señora" es de Xunqueira porque su imagen de la Virgen apareció entre los juncales, donde hoy se levanta una Iglesia gótica con capiteles de hojas de acanto. La versión blanca y moderna de este edificio de CÉE se la deben a una dotación aportada por don Bartolomé Blanco; natural de Cée y vecino de Nueva York donde murió el 20 de Agosto de 1874.
En CÉE, hoy día, destacan sus alrrededores, con la liglesia barroca de Brens; la fábrica de carburos metálicos.; San Adrián de Toba: Rectoría desde 1825, con su presbiterio del siglo XII, que forma parte de la iglesia. Y su Hórreo. San Pedro Mártir, un monte de 370 metros, con su ermita a la que acuden los peregrinos en el mes de mayo. Pereiriña, pintoresca aldea con crucero, hórreos y la iglesia de San Xulián (barroca con espigado campanario). Y una fortaleza carolina restaurada y acondicionada como residencia veraniega para huérfanos de periodistas, que lleva por nombre Castelo do Príncipe.

César R. Docampo

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