INMENSA SOLEDAD:
Soledad inmensa,
furtivo deseo de esperar callados,
la dulce nostalgia de la noche eterna,
soledad inmensa.
Anhelo infinito que sabe a destierro,
a sangre y a tierra,
desde el marchito hundido en el mundo
de mis pensamientos:
Soledad inmensa.
Dos estrellas que se fueron más allá.
Dos hiedras que no quisieron subir los muros de la Vida:
que habían dejado ellas,
Reinas absolutas de la soledad inmensa.
Espejo en que miro mis sentires todos,
dardo que me hiere cuando estoy a solas,
y roe mis entrañas, la noticia de dos muertes
Hoy que vuelvo, de nuevo, a gustar humilde
tu sabor caliente, no quiero llorar
y, en lugar de lágrimas, un canto de gozo
te dedico a ti, soledad inmensa.
César R. Docampo.
¡Bellísimo poema!
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